Despedida de 2º de Bachillerato

sábado, 19 de mayo de 2012



Hoy la sirena os ha anunciado la llegada a puerto. En esta singladura de seis años que acabáis de realizar, muchos habéis navegado a toda vela, otros habéis tenido que remar un poco, incluso algunos, tragando agua, habéis tenido que llegar a nado o agarrados a un flotador. De cualquier forma y como quiera que haya sido, el caso es que ahora estáis aquí, felices y contentos, atracados en el muelle del final del bachillerato. Sin embargo, este final de curso no es el término de vuestro viaje, sino el comienzo de una nueva travesía por océanos desconocidos. Es posible que sintáis vértigo ante este horizonte que ahora se abre frente a vosotros. No es de extrañar. La expedición que pronto vais a emprender no siempre surcará por mares tranquilos, ni tendrá vientos favorables. Tarde o temprano, toparéis con tormentas, con corrientes adversas y con algún que otro pulpo gigante, sirena traidora, tiburón en ayunas o malvado Capitán Garfio. Será entonces cuando tendréis que vencer el miedo, superar el desaliento, sostener con firmeza el timón y seguir adelante porque allá, a lo lejos, donde indica la brújula de vuestras inquietudes, está la isla del tesoro que podrá enriquecer vuestras vidas. Y en el cofre allí enterrado, si sabéis buscar y distinguir lo valioso de lo reluciente, no solo hallaréis la profesión que os permitirá ganaros con dignidad la vida, sino que también encontraréis la amistad, el amor, el espíritu crítico, el ansia de saber y la fuerza necesaria para luchar por una sociedad más justa en la que la libertad de cada uno sea la condición de la libertad de todos.

Este curso quizás haya sido el más difícil y combativo de los últimos años. Se han recortado nuestros recursos económicos y humanos, y todo parece indicar que más naves piratas nos acechan con la intención de hacer naufragar el derecho a una educación de calidad. Pero esperamos poder evitar el abordaje corsario y mantener nuestro rumbo que no es otro que el de formar personas libres, instruidas y críticas; como hemos tratado de hacer con vosotros. Por eso hoy, los profesores, en este muelle del final de curso, agitando al aire los pañuelos en señal de despedida, estamos felices y contentos de que ¡por fin! zarpéis, salgáis del puerto y os perdáis de nuestra vista detrás de la línea del horizonte... De todo corazón: os deseamos una vez más lo mejor y os agradecemos los buenos momentos que hemos vivido juntos y de los que nosotros también hemos aprendido mucho.

¡Buen viaje!

Rosa Zorrilla Pantaleón